Las preocupaciones principales de la serie se mantienen en todo momento: La lucha constante de Stan por proteger a su mujer y a sus hijos sin despojarlos de toda capacidad de acción; la búsqueda de Francine por tener una vida rica y satisfactoria fuera de casa; los desventurados intentos de Steve por averiguar qué es exactamente ser un hombre; la insistencia de Hayley en hacer del mundo un lugar mejor para todos, no sólo para su familia. Y luego, sí, está Roger, el comodín de American Dad y sin duda su personaje más divertido. Con sus trajes, pelucas y personalidades siempre cambiantes, Roger le da a American Dad el poder de cambiar de género a su antojo, saltando de drama criminal o romántico a la más pura comedia estilo Hollywood y al thriller psicológico. Los diálogos de Roger son siempre los más divertidos de la serie, caóticos e infantiles, pero improbablemente detallados. Roger es uno de esos raros personajes de comedia que está escrito dentro de unos parámetros claramente definidos, pero que sigue siendo totalmente impredecible.
La serie American Dad es como cualquier familia americana normal: siempre evolucionando, siempre transformándose para satisfacer las demandas de la sociedad mientras luchan contra los problemas reales y abrazan su disfuncionalidad.